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F. 25r. Por los tiempos de Clemente Colling. Cuaderno 1

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Transcripción

M en tinta de FH

algo muy próximo a mi comprensión, a mi vida,
a una predilección en que los dos nos encontrábamos de
acuerdo, como si fuera a [<nos refiriéramos a>] una que identidad de
predilección femenina, como si en plena cámara-
dería <nos> contáramos una parecida picardía amorosa.
Yo estaba acostumbrado a encontrar compañeros o
compañerismo en otras cosas. Pero encontrar un ami-
go en aquello, un camarada en que pudiesemos represen-
tarnos el amor en aquella forma, era un secreto de
la vida sorprendentemente maravilloso y real; estaba
allí cerca, en nuestras manos y podríamos hacer mu-
chas cosas por el estilo[<más>]. Eso era mucho mas lindo
que tocar, como tocaba yo. “La canción de Margarita”
de Ludovic. ¡Y yo que me cría tan original cuando
tomaba por mi cuenta y la encogía y estiraba a
<mi> gusto, -como mi padre cuando tocaba el mandolino-
una melodía! La melodía que yo hacía que creía que modelaba
era nada menos, que <la> de una Canción de Margarita.
Y entonces después las mismas tías de él decían que
lo de siempre: “Toca con mucho gusto” y “ Mira que
es linda la música eh?” Aquella parienta lejana
de mi madre, se reía a morirse cuando se acordaba
de como se ponía de dura y de fruncida la longeva
que pedía a Elnene: “Nene tocá tu nocturno”.

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F. 25r. Por los tiempos de Clemente Colling. Cuaderno 1

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