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F. 13r. Por los tiempos de Clemente Colling. Cuaderno 1

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Transcripción

M en tinta de FH

cadora y atrayente, la cara, que a su vez estaba
cubierta de polvos. Ese conjunto era una aparición
fantástica, en que el espectador pasaba un buen
rato de artística contemplación. Una vez, cuando
niño, me puse en uno de esos escaparates con mos-
quitero y todo, y al caminar recordaba un via-
je en cupé desde el cual y a través de las cortini-
llas podía mirar sin ser visto.
Una noche, fuimos con mi madre a la casa
de las tres longevas. En la penumbra [<media luz>] del zaguán
pisabamos grandes lozas a cuadros blancos y
negros como tablero de ajedrez al sesgo. No ha-
bía puerta cancel y se veían grandes plantas en
la mitad del patio. Nos hacían pasar a
una salita que recibía luz de la calle poca
que había en la calle; pero de cuando en cuan-
do cruzaban [<pasaban por>] la penumbra los cuadros ilumina-
dos de las ventanillas del 42 al cruzar a todo
lo que daba. Cuando ellas conversaban, te-
nían tan franca y sincera camaradería,
ponían tanta alegría en los cumplimientos,

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F. 13r. Por los tiempos de Clemente Colling. Cuaderno 1

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