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F. 1r. Recortes de prensa (1920 - 1927)

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Transcripción

1. La Razón
21 de febrero, 1920

Un futuro concertista

Felisberto Hernández, discípulo del competente y conocido maestro de piano. Raúl Dentone¹ es todo un talento artístico llamado a triunfar en las interpretaciones de las obras imperecederas de los grandes clásicos. Joven aún, casi un adolescente, ha demostrado en varias audiciones íntimas, y sobre todo en los exámenes últimamente rendidos por él en La Lira, ante una sala hermosamente concurrida de familias conocidas, quienes le tributaron calurosos elogios como presagio de un futuro triunfo definitivo en el arte del clavicordio que inmortalizara a Arturo Rubinstein,² tener un refinamiento estético poco común. Su excelente maestro con conocimiento psicológico de las condiciones naturales de su joven discípulo, apartándose de todo egoísmo personal, que mucho le honra, va cautivando ese privilegiado temperamento dentro de los conocimientos técnicos del gran arte. Inculcándole una escuela perfecta, que le permita explotar su arte en todas sus formas. Le hemos oído ejecutar obras de Beethoven, Bach, Chopin, Listz, Grieg, Albéniz, Weber, Schubert, Schumann, etc., y hablando con toda sinceridad podemos afirmar que nos ha cautivado y que, si no aparece por su camino alguno de esos obstáculos imprevistos con que nos puede obsequiar el destino, llegará a ser un eximio pianista, pues le sobran condiciones para ello. Es apasionado por su arte y lo ama de veras. Su modestia, condición magnífica, propia de los seres que realmente lo valen, es su característica. Es un estudioso infatigable; su conversación amena y con rasgos originales, sus disertaciones sobre tal o cual autor y asiduo concurrente a todos los conciertos de música superior, son detalles más que suficientes para demostrar su temperamento.

Al gran músico noruego Grieg, lo interpreta magníficamente.

Es este un compositor muy original y poco conocido. Esto no quita, sin embargo, que sus obras sean modelo de gracia y belleza y sobre todo de una sinceridad transparente. En la música descriptiva de Albéniz, Hernández parece sentir la influencia de Arturo Rubinstein, su más grande intérprete. A Beethoven, su autor predilecto lo siente con ardor infinito. ¿Quién es el artista sincero, no comediante, que puede prescindir del fuego sagrado del más monumental de los músicos?

El Moto perpetuo de Weber lo ejecuta magistralmente. Su técnica, sutil cual el vuelo de una mariposa sobre el teclado hace gala de una mecánica perlada por la claridad y modulación del sonido, no olvidando algo muy elemental en toda obra: su interpretación.

Finalmente, al escribir este pequeño elogio, no se trata de hacer pedantería, pues esta no está en relación con los que aman el arte como algo digno de veneración, como algo imprescindible a nuestra humanidad y que moraliza nuestro instinto, sino rendir un justo estímulo hacia los que realmente tienen condiciones para triunfar. Es una obligación moral que habla muy en alto del que la practique con conciencia, apartándose de intereses personales, como justo reconocimiento al talento: tal el caso del joven virtuoso Felisberto Hernández.

Juan C. Bardazán.

2. Mayo 16, 1923
Las Noticias

FELISBERTO HERNÁNDEZ. UN JOVEN COMPOSITOR QUE PROMETE

Tenemos la certeza de no incurrir en exageración al afirmar que Felisberto Hernández, un compositor extremadamente joven, desconocido actualmente para el público, no tardará en conquistar, en los círculos artísticos dentro y fuera del país, merecido reconocimiento.

Efectivamente, hemos tenido oportunidad de oír una composición musical titulada “Primavera”, de la que el joven Hernández es autor, que habla de una inspiración excepcional y de un extraordinario progreso en el difícil arte.

Entendemos que el aludido compositor, que es además un distinguido ejecutante, hará oír en breve su composición en una de nuestras salas de espectáculos. Y estamos seguros de que ese hecho constituirá una verdadera revelación, que sería de desear se tradujese en el propósito de obtener para Hernández el estímulo oficial que necesita y merece.

Notas

¹Raúl Roberto Dentone (Montevideo, 1892-Montevideo, 1948). Estudió piano, armonía y composición con el maestro León Ribeiro en el Conservatorio “La Lira”. Se diplomó en 1918 y en 1926 inauguró el Conservatorio Dentone (JCH, 1992 233). Norah Giraldi señala que después de Celina Moulié, Felisberto tuvo “otros maestros: Raúl Dentone, Clemente Colling y en 1925, Guillermo Kolischer” (NG, 1975 35).

²Arturo Rubinstein (Polonia, 1887-Ginebra, 1982). Es considerado uno de los grandes pianistas del siglo XX. Dio conciertos en Sudamérica y España en 1916 y 1917. Isaac Albéniz, Manuel de Falla, Enrique Granados y Héctor Villa-Lobos formaron parte de su repertorio.

El impacto producido al asistir a un concierto de Rubinstein, en julio de 1917, cuando tenía 14 años, fue narrado por Felisberto en un fragmento que, finalmente, no integró a la narración Tierras de la memoria, pero forma parte de este proceso de creación. En la CFH existen tres conjuntos de borradores que narran este acontecimiento. Ver Versión 1 de "Una noche cuando tenía 14 años".

En 1927, FH dedicó su composición “Marcha Fúnebre” a Rubinstein (IB, 2022).

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